Viendo los resultados electorales de las últimas elecciones autonómicas vascas y las reacciones de los diferentes partidos ante los mismos creo que se confirma de manera clarísima una tendencia que viene de lejos y que ya no se puede obviar en los análisis políticos: la primacía de la política emocional sobre la política racional.
En el marketing comercial hace muchísimo tiempo que se ha evolucionado en esta dirección y las marcas ya no venden “racionalmente”, es decir, exponiendo las características y ventajas de su producto frente a la competencia, sino que venden “emocionalmente”, es decir por el sentimiento, la emoción, los valores que quien compra experimenta al comprar el producto.
Desde el mítico anuncio de BMW en el que por primera vez una marca de coches no enseñaba el coche en su publicidad, sino la “emoción” de conducirlo, hasta el último anuncio de Coca-Cola, maestra en estas lides, vemos la clarísima tendencia en esta dirección.
En política pasa exactamente lo mismo y hace mucho que ya no vale con tener un programa, unas ideas y unos candidatos que las representen. La única manera de triunfar es generar algún tipo de emoción positiva en el electorado, y no tanto convencer en el sentido racional del término.
Yo creo que los partidos se equivocan cuando analizan los resultados electorales racionalmente, porque en realidad el acto de votar es cada vez más un acto puramente emocional, que tiene poco que ver con el raciocinio y es muy similar al enamoramiento.
Cada fuerza política y su electorado se comportan como una pareja de enamorados… se aman, se odian, se necesitan, no pueden vivir uno sin el otro, a veces se hartan y cambian de pareja y otras el desencanto les hace alejarse y acabar solos y desengañados.
El sorprendente y clamoroso triunfo de Obama se debe al profundo enamoramiento que su persona ha producido en su electorado potencial, más allá de lo que racionalmente se pudiera pensar sobre su figura, su trayectoria, sus ideas y sus propuestas.
Para mi está muy claro, el triunfo de una organización política pasa hoy por enamorar a su electorado para lo cual es imprescindible identificar con claridad a quién te diriges, qué es lo que le enamora, lo que le “pone” a esas personas a las que pretendes embelesar y qué es lo que odian, lo que no soportan, lo que te puede llevar al “divorcio”.
Una fuerza política que no ha entendido en absoluto esto es Ezker Batua. Es doloroso ver la terrible frustración de mis excompañeros del Departamento de Vivienda que se han dejado la piel haciendo una magnífica gestión que no ha servido absolutamente para nada a nivel de respaldo social. Pero esto es como si yo soy un magnífico cocinero y me frustra que la persona a la que amo no me corresponde a pesar de lo buen cocinero que soy y me pregunto con amargura “¿cómo es posible que no me quiera con los platos tan exquisitos que le preparo y con lo que yo veo que le gustan?”. Pues claro, porque el amor es otra cosa y ser buen cocinero no digo que no pueda ayudar, pero desde luego no es lo determinante.
Por más vueltas que se le de a la situación no hay explicación racional al resultado de Ezker Batua (no lo hay al resultado de ninguno de los partidos, pero dejad que me centre en el que más me importa) Pero es que las explicaciones no hay que buscarlas por ahí, sino por el lado emocional.
¿Sabe Ezker Batua quién es su electorado potencial? ¿Sabe Ezker Batua lo que le enamora a ese electorado? ¿Sabe Ezker Batua lo qué odia ese electorado? ¿Ha actuado en algún momento Ezker Batua buscando ese enamoramiento de su electorado?
Insisto, no desde el punto de vista racional de los programas y las ideas, sino del puramente emocional de los gestos, los detalles, las imágenes, las caras, las percepciones, los sentimientos…
Yo creo que no, yo creo que el famoso lema anguitista de “programa, programa, programa” que tanto hemos (yo el primero) esgrimido, nos deja fuera de la realidad porque queremos que las personas decidan su voto después de analizar profundamente todos los programas, compararlos, ver los pros y los contras, la trayectoria de cada cual, y finalmente tome una decisión racional. Nada más lejos de la realidad. Votar o no votar y a quién votar es una decisión que la inmensa mayoría de las personas toma con las tripas, con el corazón, no con la cabeza y en consecuencia hay que ganarse el corazón de la gente o de lo contrario no hay nada que hacer.
Desde mi modesta opinión, la organización política que no entienda esto tiene un futuro más que difícil, y ejemplos los hay a montones y muy recientes.
Esta claro que con ese tipo de análisis no vamos a ningún lado. Yo he sido votante de EB y he dejado de serlo por razones, valga la redundancia racionales.
Hace ocho años Madrazo me engañó. Dijo que no entraría en un Gobierno si no era para servir de puente entre nacionalistas y no nacionalistas. Y hasta ahora.
La pllítica del Departamento de Vivienda me ha parecido nefasta, los sorteos patéticos. COnozco gente que les ha tocado un piso de VPO cuando sus padres esran propietarios de 7 viviendas. Conozco gente que al año siguiente de «ganar» un piso cuadruplicó sus ingresos. Casos ambis que no se contemplan a la hora de «regalar» media vivienda.
Ahora proponéis el alquiler como solución, después del despropósito. Si se hubiera empezado hace 8 años con el alquiler estaría recorrido buena parte del camino, y era una sbuena solución, una idea, que apoyaría gente de diversas ideologías.
Me considero socialdemocrata, y estoy a favor de lo público, pero únicamente cuando es para tdos. Cuando depende de baremos o de sorteos hace acto de presencia la picaresca y así nos va.
No tienes que contestar porque no pretendo convencer a nadie de nada, simplemente te expongo las razones por las que una vez voté y nunca más voleveré a votar a Ezker Batua, y mis razones son sólo mías.
Salud
Me gustaMe gusta
¿Alguna conclusión práctica? Te planteo un reto: ¿cómo se puede emocionar en política? Lo dice alguien que casi siempre ofrece mensajes racionales y va poco a las emociones.
Me gustaMe gusta
El análisis es impecable, pero no dices nada de lo más importante, Pablo,… ¿te parece lícito, conveniente, justo, que la política, el gobierno de un país, se decida por el mejor o peor marketing emocional? ¿crees que merece la pena entrar a la subasta de emociones vía eslogan, via imagen, maquillaje y mercadotecnia, para gobernar un país?
Yo no lo sé, pero hoy por hoy creo que a ese juego no quiero jugar.
Me gustaMe gusta
Interesantísima reflexión, Pablo. Tienes mucha parte de razón, pero no toda. Yo creo que siempre se han vendido emociones, que esto no es nuevo. Felipe González fue un genio en estas lides. Aznar más bien lo contrario, aunque al final vendió buena gestión. Creo que Ibarretxe tiene el mismo problema, pero su partido sí que vende emociones desde hace 100 años 😉
Patxi López ha intentado vender emociones y tengo mis dudas sobre si lo ha conseguido. Ha habido algún atisbo, como ese discurso de La Casilla que circula por Internet. La que mejor ha vendido emociones es Aintzane Ezenarro. Genial política!
De todas formas, al margen de las emociones, en estas elecciones ha habido una bipolarización extrema. Y en esas circunstancias era lógico que partidos pequeños con bases reducidas salieran muy perjudicados.
Me gustaMe gusta
Hace mucho tiempo que me gustan mucho más las preguntas que las respuestas. Tu provocación es impecable y estoy totalmente de acuerdo.
Además sirve para hablar de muchas cosas. Por resumirlas en dos que son una; Que la propuesta de relación es siempre más importante que el contenido. Esto ya lo dijo la gente de Palo Alto hace más de 50 años. (Watzlavick y cia)
No entiendo, desde esta premisa científicamente demostrada, que todo en política sean fuegos artificiales.
Al contrario. Pongo por ejemplo la estrategia del PNV con Ibarretxe. Han optado por la venta de un producto de escala humana (hace unos meses casi enterrado) que no ha hecho más que poner sus entrañas a disposición del gran publico. Le ha salido bien.
Creo en el poder de la sinceridad y de la congruencia. El reto o la pregunta para EB y las personas que de alguna manera hemos estado trabajando para sus objetivos más políticos y técnicos estaría en aprender de las dificultades que hemos tenido para transmitir la pasión de tantas personas invertidas en este proyecto. Una reflexión como otra cualquiera.
pd: Hablando de emociones. Agradezco muchísimo que actualices. Por dos motivos; seguir leyendo y que deje de encontrarme cada vez que me acerque a tu blog la imagen de los niños muertos en gaza que me destrozaban el corazón.
Me gustaMe gusta
Pues yo no estoy muy de acuerdo contigo Pablo, es cierto que la gente pone emoción en el voto y muchas veces es el único criterio («como me siento vasco voto a algún partido de aquí»), pero ese voto forma parte del suelo electoral de cada partido, si creo que hay un voto racional que es al que hay que oir.
Con lo hecho en el departamento de vivienda hay que ser practicamente un profesional del ramo para darse cuenta de los grandes cambios habidos, y de por que no se han podido hacer otros (alquiler, sorteos, …) . es igual que la famosa expansión de Getxo, que sigue demonizada por una inmensa mayoria de personas que al no ser profesionales del tema, no llegan a alcanzar a ver las vertientes complejas del problema.
las personas no han dejado de votar EB por la política de vivienda o de servicios sociales, nos ha dejado de votar porque en el fondo no les hemos sabido oir sus demandas, y como partido político tenemos dos opciones, seguir defendiendo lo que pensamos que es justo aunque nos cueste votos, e irnos a casa con toda la dignidad del mundo. O modular nuestros mensajes para que suenen mejor a oidos de nuestros votantes y así alcanzar mejores resultados.
En nuestro caso, creo sinceramente, que hemos modulado nuetros mensajes para hacerlos mas receptivos, pero no nos han creído nuestras propuestas, quizás porque tampoco nosotros nos las creíamos.
Me gustaMe gusta
Buenísimo Pablo. De maestro, si señor. esto lo saben los americanos hace décadas. No hay más que ver el marketing de sus campañas.
Atraer un votante es como atraer un cliente, un comprador de tu idea. Suena incluso obsceno pensar que si quieres hacer vida activa política, conseguir poner en marcha buenos proyectos y buenos programas, primero tienes que ganar votos, ganar elecciones, vender, marketing, enamorar.
El término enamorar es muy precioso.
Una alegria voilverte a ver por estos lares. Para los que te conocemos y te hemos visto trabajar de cerca, día a día, no nos cabe duda que si mañana te ficha alguién y te pide que consigas que un partido enamoré, descubriría que si se puede hacer y multiplicar los votos. Pero me alegro que te dediques a ayudar a las empresas en la economía real y no al marketing político.
Firmado uno de la gran mayoría que no se lee los programas y vota por tripas e intuición.
Nota: ¿alguién ha preguntado a los que votamos, que ha motivado que votemos a…xx?
Me gustaMe gusta
Para la publicidad, vale.
Pero para determinar quién debe gobernar un país, es peligrosísimo que la gente se deje llevar por las emociones. Bueno, mejor dicho, lo peligroso es que esas emociones puedan ser manipulables (sí, he dicho manipulables) con cierta facilidad.
Esta campaña ha sido, con diferencia, la más «emocional» de las que he conocido. Y la más difamatoria. Si seguíais los diarios del grupo Vocento veríais la cantidad de mierda que se ha lanzado de un lado a otro. Yo he leído a diario centenares de mentiras, y bastantes afirmaciones que serían motivo suficiente como para presentar una querella por difamación, entre ellas, acusaciones de pederastia. Varias veces.
¿Qué hacía Vocento mientras tanto? Decir que «son cosas de Internet» y resistirse a eliminar los comentarios injuriosos alegando que los moderadores están en Argentina (subcontrata de Vocento). Por supuesto, nada de registro previo, que eso reduce mucho los comentarios, hay muchas menos páginas vistas y no se puede vender la publicidad tan cara.
Lo de la campaña «emocional» significa, dicho en plata, que con dinero puedes hundir a cualquiera, por muy buena gestión que haya hecho, o que puedes presentar a un chorizo como el salvador del país. Vamos, que la democracia se convierte en un mercado más.
No sé a vosotr@s, pero a mí me da mucho miedo.
Me gustaMe gusta
Javi del Río, creo que al final acabas confirmando mi teoría. Podría debatir contigo racionalmente los datos del alquiler, de la política de vivienda, etc, pero eso no te serviría de nada porque «Madrazo te engañó» y, como pasa en muchas parejas, tu no perdonas el engaño por lo que «nunca más volverás a votar a Ezker Batua» Esto no son elementos racionales sino claramente pasionales, y ojo que no digo que las emociones no tengan motivos, causas, «razones», pero no podemos confundir emoción con razón.
Paul, si tuviera la pócima mágica del enamoramiento la hubiera puesto a disposición de mi partido… pero no tengo fórmulas. De todos modos te contesto con otra pregunta, ¿tu que haces para mantener enamorada a tu pareja? Aunque te parezca que no tiene nada que ver, si profundizas un poco seguro que encuentras respuestas.
Fernando, identificas el «marketing emocional» con algo negativo, con el vendedor de crecepelos y creo que es un error. Cuando BMW utiliza el marketing emocional es porque detrás tiene un producto de calidad y solvente. Yo no hablo de discursos vacíos, hablo de que sólo con programas impecables que nadie, ni quienes los han hecho, se han leído no es posible cautivar al electorado.
Jose del Moral, es cierto que no hablo de cosas nuevas, sin embargo creo que el juego de las emociones es mucho más relevante ahora que hace 20 años y lo será aún más en el futuro.
Gallas, insisto en que yo no hablo de fuegos de artificio, porque para enamorar de verdad no puedes engañar, tienes que utilizar la generosidad, la sinceridad, la honestidad, la escucha, el detalle, el cariño… eso no son fuegos de artificio.
Iñaki, entonces qué hacemos? qué voten sólo los expertos? Lo del «ensanche» de Getxo es una lección para aprender: técnicamente era impecable pero la emoción que generó fue clarísima y para mi la razón no está del lado de la técnica sino de la emoción, sin duda.
Amigo ex-compañero, ahora que no nos oye nadie, yo tampoco me he leído nunca ningún programa entero, ni el mío siquiera 😉 Ah, y gracias por tus amabilísimos comentarios.
Me gustaMe gusta
Erre, nada que ver con lo que yo digo en el post. Tu hablas de manipular, difamar, enmierdar… yo hablo de enamorar ¿tan difícil es de entender?
Me gustaMe gusta
¿BMW y Coca-Cola «enamoran», o venden UTILIZANDO (no digo que manipulen, aunque también) las emociones?
¿Vamos a setas, o a Rolex?
Me gustaMe gusta
BMW trata de enamorar a sus clientes para que le compren coches y así ganar dinero; yo lo veo totalmente legítimo, digno y loable.
Una formación política trata de enamorar al electorado para que le voten y así ganar respaldo social para llevar a cabo su programa; también legítimo, digno y loable.
¿Cuál es la diferencia? ¿Qué hay de malo?
Me gustaMe gusta
Comparto la importancia de las emociones. Las cosas que nos dicta la cabeza las podremos llevar a cabo o no, pero lo que nos sale del corazón no hay quien lo pare.
Tal vez, lo que despista de tu post sea la comparación con el marketing comercial. En política la emoción no debería partir de un mensaje vacío, sino de unos valores, una visión, una meta deseable y apetecible.
Seguramente no se vota izquierda por aquello del «programa, programa, programa», sino por unas ideas más abstractas de solidaridad, progreso, justicia, que son ideas que pueden emocionar a muchas personas. Pero, al mismo tiempo, también tienen un fondo de racionalidad.
Y claro, hace falta que el mensaje sea creíble, porque si no, las emociones que provoca son negativas.
Por resumir, pienso que la receta mágica se aproxima a la combinación de emoción y racionalidad en sus justas proporciones.
Me gustaMe gusta
Igual me explicado mal pero lo que tu me respondes es exactamente lo que quiero transmitir con mi post.
Me gustaMe gusta
Siempre he pensado como necesario que la inteligencia emocional le vaya ganando terreno a la racional. En esta cosa que se llama vida, los sentimientos tienen que ocupar un terreno preferente para que podamos crear, pensar y actuar. Creo que son los sentimientos los «drivers» que nos mueven en nuestras relaciones bien laborales, familiares y también en nuestras actitudes políticas. El discurso estrictamente racional es siempre, siempre que sea de izquierdas y con afán transformador, impecable, ¿y?…pues que nos guste o no, hay que adaptarse a los tiempos, y los tiempo marcan otra era, donde la gente quiere recibir mensajes sencillos, no se quiere sentir invadido por políticas de comunicación agresivas en cuanto a invasoras por la insistencia, y la gente sigue queriendo sentir emociones. Hay que encontrar los terrenos donde las emociones unen al votante y al votado, donde con un simple guiño encontremos la confidencia de aquel al que le dirigimos el gesto. Uno es del Athletic, más ahora después de pasar a la final, porque lo siente, no porque ningún grupo de presión, líderes de opinión o firmas de intelectuales le han aconsejado serlo, ni porque le ha llegado un programa-decálogo con las bondades que resultarían de ser del Athletic. Conocemos mucha gente que dice, me ocurrió ayer mismo con un amigo, a mi el fútbol no me interes mucho, pero el Athletic es otra cosa. Cambiemos los términos, a mi la política no me interesa mucho pero si hablamos de «X» lo que haga falta. Cuando seamos capaces de conseguir algo parecido, seremos capaces de entrar en el entramado emocional de las personas, entonces tendremos un mayor futuro. Y no estoy hablando de ganar elecciones, hablo de ser un equipo, una organización, que jugando con chavales de la cantera, de vez en cuando está en disposición de dar la sorpresa.
Me gustaMe gusta
Querido Javier del Rio, es bastante evidente que tu voto no ha sido solo racional.
Madrazo ha promovido 45.000 viviendas protegidas, un parque de 17.000 en alquiler, movilizado 4.500 viviendas vacías hacia el alquiler, limpiado la vpo de fraude, ha acabado su ciclo produciendo 7.000 viviendas protegidas al año, la mitad de ellas en alquiler … y sin embargo, tu entiendes que fue mejor la política de vivienda anterior (aportando todo tipo de datos falsos, irreales, no racionales, emocionales), con menos de 2.000 viviendas protegidas al año, todas adjudicadas a dedo y con fraude, sin alquiler público y sin movilización de vivienda vacía. La verdad es que racionalmente una política es mejor que la otro. Te pongas como te pongas.
Tu dejas de votar a Madrazo / EB por motivos que pueden ser racionales o no, pero que tienen que ver poco con la política de vivienda. Y sea como fuere, si que parece que Madrazo te traicionó como «amante público» y has decidido «liarte» con otro que te dice cosas más bonitas y que ya veremos que cosas reales hace (por cierto, con tus impuestos).
Creo que las reflexión que aporta Pablo tiene mucho de verdad. No toda. Pero si mucha. Y no se puede echar en saco roto.
Un saludo,
Me gustaMe gusta
Iñaki Ortiz, lo que intentaba explicar, con poco acierto parece, es efectivamente esto de la combinación de emoción y razón… más bien de que las emociones tienen razones detrás, claro, lo que no quita para que sean emociones.
Gallas, estamos de acuerdo entonces 😉
Idi, también de acuerdo contigo.
Leolo, eso me gustaría, que no quedase en saco roto.
Me gustaMe gusta
Pues hombre puedo compartir en una parte el análisis en una pequeña parte. Pero con grandes salvedades.
1. La emoción ha guiado y condicionado nuestro comportamiento desde la noche de los tiempos. Basta pensar en el arte, que no es de anteayaer. En la publicidad la emoción tampoco es una moda reciente, es casi el leiv motiv de la publicidad, no confundir con la información comercial y agregados.
2. Las personas que escribimos, que tenemos que moldear personajes y hacerles creibles en el medio audiovisual tenemos un principio muy claro; el diálogo, el discurso de una persona, apenas tiene fuerza comparado con sus acciones.
EB tiene un bonito diálogo, un discurso elaborado (programa, programa ….) pero sus acciones son muy confusas y a veces antagónicas entre sí. Eso se percibe y es absolutamente definitorio. Pensemos en otro gran damnificado, EA, que batiburrilo de acciones dispersas, discordantes, …
Hablas de Obama, de acuerdo que es un melón de aspecto cautivador que está por abrir. Pero si te fijas el ha sido especialmente cuidadoso en ratificar con actos concretos todas y cada una de sus palabras, cuando menos hasta ahora, ya que un simple paso en falso podría convertir un discurso esperanzador en una mera patraña, aún sin cambiar una misarable coma de sitio.
A mí que la gente se fije más en las acciones que en los programas me parece una muestra de inteligencia; con alguna que otra excepción. Y creo que nuestra democracia ganrá en la medida en que con el voto presionemos a nuestros gobernantes para que sean coherentes y claros en sus acciones. Mejor un político con unos pocos principios pero coherente en su cumplimiento, que otro con un recetario inmenso pero siempre dispuesto a rabajar el listón.
A EB le ha matado, y creo que de forma irreversible, su indefinición. Ha sobrevivido a costa de errores ajenos, pero en cuanto otros se han puesto las pilas ha quedado a la intemperie. Yo diría que el final de EB, más tarde o temprano, era una posibilidad que cabía contemplar y no creo que haya generado muchas sorpresas.
Tristemente, la izquierda en general, tiene una empanada mental seria; y EB casi sería un estudio paradigmático de toda la sintomatología. Me parece alucinante en 2009 no tener una postura clara y definida ante el fenómeno nacionalista, cuando el nacionalismo lleva algún siglo viviendo con nosotros y la izquierda siempre tuvo una postura nítida ante el fenómeno.
El asunto del nacionalismo, además asociado a violencia, no es algo accesorio de lo que pueda pasarse de puntillas y huir hacia adelante como sino existiera asido alguno de los mensajes arquetípicos. Porque las visiones nacionalistas, etnicistas (repito además con aderezos violentos) condicionan más nuestra vida, nuestra existencia que un mejor o peor plan de vivienda. Y aquí es lo que hay, mientras la dialéctiva nacionalista monopolice el discurso, esa va a ser la vara de medir, y uno puede aguantar un poco haciendosé el despistado, pero siempre llega el exámen.
A mi me encantaría superar esta dialéctica y ser una sociedad que habla de las problemáticas comunes que se habla en otros lugares, pero ese es el reto que tenemos que superar sin limitarnos a hacer brindis al sol. Y teniendo muy presente que a muchísimos gobernantes les encantaría que sus ciudadanos se «distrajeran» de sus problemas más inmediatos, ese privilegio sólo le tenían los que gobernaban Esukadi (ojalá sea pasado, por lo menos por ahora). Total que EB llevaba tiempo en fuera de juego, con la suerte que el árbitro aún no se había dado cuenta. Si, de acuerdo, haciendo un juego muy bonito, vistoso, …. pero estaba en fuera de juego, y ahora se lo han pitado.
Me gustaMe gusta
Ya lo dicen los payasos (si los de la izquierda abertzale que en este país metemos hasta a los clowns en las familias políticas) BIHOTZA, BURUA, ESKUA!! SENTITU, PENTSATU, EKIN!! (En la lengua de Cervantes; Corazon, cabeza, mano. Sentir, pensar, hacer). Esto es congruencia que no tiene demasiado que ver con la antigua, rígida e ideológica llamada a la «coherencia».
Me gustaMe gusta
Qué bueno Gallas, no lo conocía, pero me parece un gran resumen sintético de todo lo que quería decir: BIHOTZA, BURUA, ESKUA!! SENTITU, PENTSATU, EKIN!!
Ander, creo que vas en la misma línea que Gallas con lo de la coherencia y yo lo comentaba también un poco más arriba: la sinceridad, la honestidad, son imprescindibles para enamorar, claro, estamos de acuerdo.
Me gustaMe gusta
Pues yo creo que cuando hablamos de programa, programa y programa, en realidad tratamos de vender una emoción.
Creo que las cosas se han hecho muy bien en Vivienda pero, lejos de emocionar, aquí se ha aburrido a todo el mundo. ¿Alguien se imagina al Departamento de Agricultura dando ruedas de prensa para promocionar cada lechuga que planta? al final, odiaríamos a ese Departamento, que es lo que nos ha pasado un poco. Y había encuestas que lo decían.
A eso habría que añadir que, lejos de tener medios afines, tenemos medios de comunciación abirttamente hostiles. Y una situación interna que ha ido más allá de todo lo imaginable, con todo un ex-parlamentario haciendo llamamientos el día de reflexión a reconstruir la izquierda vasca en torno a su ombligo. Tránsfugas que en lugar de esconderse se prmocionan en la prensa para avisar que se van con los cargos pero que abren una cuenta de e-mail para que el electorado les diga qué tienen qué hacer…
De retraca.
Mientras tanto, en la parte ofcial de la cosa, se convocan reuniones preelectorales para hablar de Obama y negarse a ver el hostión que se avecinaba. Que era el esperado, sencillamente el esperado.
De pena.
¿Habremos aprendido algo?
seguro que no.
Me gustaMe gusta
Hola Pablo y demás compañeros de pantalla,
Estoy de acuerdo, en esencia, con las palabras de Pablo, no obstante me gustaía matizar mi opinion. Ante todo creo que las ideas que no se pueden aplicar de forma fehaciente, no son mas que quimeras e utopías; no me malinterpreteis porque no digo que no sean necesarias. Por otra parte, creo que la superficialidad de nuestra sociedad de consumo (incluido el consumo electoral) no funciona por impulsos de enamoramiento, mas bien por encantamientos o incandilamientos. De ahí que creo que si queremos conseguir ciertos objetivos, frente a ciertos públicos, ha de ser aplicando el arte de la seducción, que no es mas que un enamoramiento superficial, fresco y volatil que, una vez pasado el calenton, si no se convierte en enamoramiento profuundo, se diluye en el olvido.
Me gustaMe gusta
Claro que tiene que ver, Pablo.
No sólo tienes que esforzarte en enamorar, sino que tienes que rezar para que al vecino de enfrente, que es muy popular en el barrio, no le dé por difundir de forma masiva durante un año el rumor de que te da igual liarte con unas que con otras, que tienes varias mujeres o que les pegas.
Con esa publicidad, lo tienes bastante más difícil para enamorar a nadie.
Me gustaMe gusta
Dejé de votar a Ezker Batua (antaño Izquierda Unida del País Vasco), no por una cuestión de política emocional o de política racional, sino por una razón puramente política. Ezker Batua renunció a ser el partido que era (que emocionaba, que enamoraba, racional) únicamente para entrar en el Gobierno Vasco. La factura no la han pasado las emociones, sino la política de estos últimos diez años.
Saludos.
Me gustaMe gusta
El análisis es bueno, la gente toma muchas más decisiones con los genitales que con la cabeza. Y en la política todas. Que en EB le echen la culpa al bipartidismo o a lo que quieran, el problema es que se vota más por aversión a los otros que se presentan que por amor a la papeleta que metes. EB consiguió seis parlamentarios por ser Izquierda Unida y porque Madrazo era un referente no psoe contra eta y contra el nacionalismo obligatorio. IU era la izquierda no nacionalista limpia de podredumbre. Al hacerse aparentemente nacionalista (gracias a ponerse al servicio del pnv) entra en un espacio electoral que ya tienen demasiados ocupantes con mucho más pedigrí. El nacionalismo tiene una importante vis atractiva emocional que ha perdido a todos los dirigentes de EB. Ya lo ha dicho Arana «con todos menos con el PP» pues que se enteren que el nacionalismo no es de izquierdas y que el PNV es de derechas.
Para gobernar bien los partidos deben elegir gente con cabeza y vender genitales para hacerlo bien recibiendo votos. Exactamente lo que hace el PNV.
Si EB quiere volver a ser alguien tendrá que volver a ser IU y ser la alternativa al PSE. No la competencia de Aralar, HB, Eusko Alkartasuna, pues en ese hueco no es nadie. Hay que comparar el discurso de ahora con el de cuando tuvieron seis parlamentarios pero ¿quien se atreve a ser de izquierdas y no un giliprogre más?
Me gustaMe gusta
thanks
Me gustaMe gusta
«Madrazo me engañó» no es una sensación, es un hecho. También se puede decir «me dejé engañar por Madrazo» y así se comparten las «culpas» entre el crédulo y el timador. Pero sigue siendo un hecho que habláis de política de izquierdas pero no hacéis absolutamente nada (ni visesa ni etxebide ni…cuanto nombrecito le queráis poner a vuestros clubs). No voto a ningún partido porque no creo en ninguno, no creo en la «clase política» y esto es algo que os habéis ganado a pulso mentira tras mentira, pero entiendo que es más cómodo creer que hacéis algo, más satisfactorio darse palmaditas en el hombro mientras los de siempre viven de p madre y los «curritos» nos jodemos
Me gustaMe gusta
Blogs are so informative where we get lots of information on any topic. Nice job keep it up!!
Me gustaMe gusta
Para gobernar bien los partidos deben elegir gente con cabeza y vender genitales para hacerlo bien recibiendo votos. Exactamente lo que hace el PNV.
Si EB quiere volver a ser alguien tendrá que volver a ser IU y ser la alternativa al PSE. No la competencia de Aralar, HB, Eusko Alkartasuna, pues en ese hueco no es nadie. Hay que comparar el discurso de ahora con el de cuando tuvieron seis parlamentarios pero ¿quien se atreve a ser de izquierdas y no un giliprogre más? …. sports handicapping service , sports betting pick
Me gustaMe gusta