Las 4 pruebas éticas que deberían pasar tus decisiones

IMG_1665Os comentaba en un post anterior que estoy participando en un interesantísimo Seminario de retos éticos de la empresa, organizado por el Centro de Ética Aplicada de la Universidad de Deusto.

La última sesión que hemos tenido ha sido especialmente interesante por aquello de la «aplicabilidad» práctica ya que hemos estado analizando la forma de atacar la resolución de los retos éticos que se nos presentan muchísimas veces en nuestras organizaciones.

Y para ello, además de una adecuada caracterización del dilema ético en cuestión, los agentes implicados y las distintas alternativas en juego, podemos utilizar una serie de «pruebas del nueve» para ver si la decisión que hemos tomado es éticamente robusta.

Estas pruebas son bastante sencillas, consisten en contestar a estas 4 preguntas:

  1. La decisión que se quiere tomar, ¿genera un bien mayor para más personas? Estamos ante un cálculo de utilidades, siempre complicado, que debemos intentar hacer lo mejor posible, incorporando las consecuencias indirectas o colaterales, no solo las inmediatas, y tratando de hacernos las mínimas trampas posibles
  2. La decisión que se quiere tomar, ¿sería la misma si invertimos los papeles de quien decide y quién «sufre» la decisión? Se trata de clásico principio de reversibilidad, es decir, comprobar si estaríamos dispuestos a tomar la misma decisión si las consecuencias de la misma las fuesemos a sufrir nosotros y no otras personas.
  3. La decisión que se quiere tomar, ¿contará con una adecuada aprobación del colectivo? Puede ser una aprobación explícita tipo votación, pero no necesariamente. Es decir, si lo que se va a decidir se puede contar y explicar sin problema, si se puede ser transparente, o por el contrario hay que escudarse en la confidencialidad porque la decisión es de esas que no hay forma de explicar, que sabemos que no la podemos hacer pública porque nos van a crucificar.
  4. La decisión que se quiere tomar, ¿ha sido tomada teniendo en cuenta la voz de todas las partes implicadas? No sólo de las que hayan sido «invitadas» a la participación en la decisión, sino de todas aquellas que por «derecho propio» deberían participar.

Una decisión que pase estas cuatro pruebas será éticamente solida como una montaña de granito, mientras que una decisión que no pase ninguna o solo pase la de utilidad, será éticamente muy difícil de sostener. Obviamente habrá casos y situaciones en las que alguna de estas preguntas no sea aplicable, pero sin duda que siguiendo estos cuatro pasos, tendremos una orientación muy adecuada sobre la solidez ética de nuestras decisiones.

Parece facil, verdad? Pues ánimo y a poner en práctica! 😉

 

 

5 comentarios en “Las 4 pruebas éticas que deberían pasar tus decisiones

  1. Paul

    Me parece muy interesante. En general, son buenos principios para testar la ética de nuestras decisiones. Ahora bien, hay alguna que me genera alguna duda. La primera, por ejemplo, es demasiado utilitarista. Se suele poner un ejemplo un poco extremo de que tomar decisiones en base a ese principio puede ser negativo. Imagina que vas en coche y pierdes el control. Vas a matar a tres personas que caminan a un lado de la carretera. Ahora bien, si das conscientemente un volantazo, matarás a una persona. ¿Qué decides? Si aplicas un cálculo de utilidades, está claro, dado que es mejor que muera solo uno a que lo hagan tres, pero ¿es éticamente aceptable? Kant respondió muy bien a esto afirmando, en primer lugar, que no se puede utilizar a nadie como un instrumento, ni para generar un bien mayor a otras personas.

    En cualquier caso, bonito tema. Por cierto, si alguien quiere saber más de estos temas le recomiendo leer el libro de Sandel «Justicia: ¿Hacemos lo que debemos?» Se lee fácil y da muchas pistas.

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    1. Pablo Aretxabala Autor

      Claro, el tema es que la ética de una decisión se puede abordar desde varios puntos de vista, válidos todos ellos, pero que por separado generan algunos problemas. Kant era deontológico, es decir, era de los que pensaba que lo que está bien está bien y lo que está mal está mal, independientemente de las consecuencias… en el otro extremo está el utilitarismo puro, es decir, no hay nada bueno o malo per se, sino que depende del resultado que se obtenga. Ambos abordajes son limitados por separado. Por eso hacerse las 4 preguntas es mucho más interesante, porque aborda desde diferentes prismas, y si solo te respondes afirmativamente desde el utilitarismo, ojo, que es posible que te estés equivocando

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  2. Pingback: Caso de ejemplo sobre toma de decisiones éticas – Hontza

  3. Zoon Politikon

    Estimado Pablo,

    Agradeceré me des pistas pues tengo una tarea :

    ¿De qué manera, forma,o mecanismo, los directivos o líderes educativos toman decisiones éticas en la escuela ante los problemas cotidianos ?

    ¿Cuáles serían los modelos o protocolos a considerar?

    Gracias…

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  4. Luis Medina, Kevin Rodriguez

    si genera un bien mayor, ya que al escarceare y tratar de hacer bien las cosas tenemos consecuencias buenas que giran en torno a nuestra decisión
    en parte seria lo mismo, y quien sufriría las consecuencias es la empresa o la organización al igual que las personas que trabajan para dicha empresa
    cuando todos están de acuerdo con una decisión si contara con el apoyo de todo el personas de la organización o empresa
    es importante tomar en cuenta la opinión de los demás, a que pueden tener grandes ideas que ayuden al desarrollo de la empereza

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