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El dolor del fracaso

«Unas veces se gana y otras se aprende»

Es una de tus frases favoritas. Es una idea realmente sugerente e inspiradora.

Pero qué doloroso es el aprendizaje provocado por el fracaso y por la pérdida. Hay que dejar pasar el tiempo para realmente hacer un aprendizaje de un fracaso porque en el momento el dolor que te provoca es enorme.

Cuando te das cuenta del fracaso todo se te viene encima, es un poco como morirte: todo lo acontecido pasa como una película y repasas lo que hiciste y lo que no hiciste y todo se ve con claridad y esa claridad es lo más doloroso de todo.

Y si el fracaso además tiene consecuencias para otras personas ya el dolor se eleva a otra potencia, se transforma en algo mucho más dramático y se te hace muy difícil de manejar.

Cuando fracasas la persona que creías ser se muere, desaparece, y para llegar al aprendizaje vas a tener que pasar por todas las fases del duelo: empezarás con la negación, no te crees que esto te esté pasando, tiene que ser un error, es como una película.

Pero no es una película, es una realidad, y entonces aparecerá la ira, la rabia, la búsqueda de culpables y responsables.

Si consigues salir de ahí, tratarás de darle la vuelta a la situación, fantasearás con la idea de que aún hay solución y que todo pasa por enfocarse en resolver los problemas.

Cuando te des cuenta de que realmente ya no hay solución, pasarás a la tristeza profunda, a verlo todo como parte del fracaso y a pensar que nada tiene sentido y que todo está perdido para siempre y sin remedio.

Y por fin, después de todo ello, si eres capaza de superar esa tristeza y ese dolor, podrás empezar a reconstruirte y a convertir el fracaso en un verdadero aprendizaje, en la posibilidad de aceptarlo y reconstruirte sobre él dando nuevos significados a tu yo.

No es un proceso fácil ni glamuroso.

Pero es algo por lo que ya has pasado unas cuantas veces antes. Necesitas echar la vista atrás y recordar tus fracasos anteriores para reconocer que eres quienes eres también por esos fracasos.

Para quererte precisamente por ser un fracasado muy exitoso.