Parece que no va a quedar más remedio que hablar sobre la famosa «consulta» planteada por Ibarretxe. La verdad es que me da bastante pereza, no porque el tema no me parezca interesante, que lo es, sino porque me temo que no va a ser posible establecer un debate sereno y sin prejuicios sobre la cuestión, pero bueno, vamos a intentarlo.
Adelanto que no tengo una posición totalmente definida sobre esta cuestión (aunque mi impresión general es favorable a la propuesta) y que por lo tanto estoy abierto al debate, eso sí, quien quiera llamar terrorista a Ibarretxe u opresor a Zapatero a cuenta de esta cuestión, que no se moleste en hacerlo en mi blog, por favor, que para eso hay montones de otros sitios donde estarán deseando de escuchar y jalear sus insultos.
De entrada me parece que es bueno que el Lehendakari tenga una «hoja de ruta» para desbloquear la situación y que la haga pública en el Parlamento. De hecho sería muy bueno conocer también las de los demás, si es que la tienen.
En segundo lugar me parece que la propuesta tiene bastante sentido y parte de una voluntad de acuerdo y negociación entre el Lehendakari y el Presidente del Gobierno. No se trata de ninguna imposición ni de ningún chantaje como se está presentando por ahí, sino de buscar un acuerdo entre ambos gobiernos que luego sea ratificado por los respectivos Parlamentos y por la ciudadanía vasca… ¿puede haber procedimiento más democrático que este? Procedimiento por cierto que está contemplado en el propio estatuto y en la Constitución pues lo que se plantea es que se alcance un acuerdo sobre el derecho a decidir, lo cual muy probablemente implicaría una reforma estatutaria que debe ser ratificada en referendum.
Si no hay acuerdo, como ya ha adelantado Zapatero que no va a ha haber, el Lehendakari plantea que el Parlamento Vasco le habilite para realizar una consulta a la ciudadanía. Y yo pienso: ¿Qué problema hay en preguntar a la gente? ¿Qué problema hay en que se celebre una consulta respaldada por el Parlamento Vasco? Yo no veo que puede tener de malo que la ciudadanía se pronuncie.
Si el Parlamento Vasco no le habilita, como parece que no le va ha habilitar pues ni PSE, ni PP, ni EHAK respaldan esta propuesta, el Lehendakari propone adelantar las elecciones autonómicas para que sea la ciudadanía finalmente quien decida. De nuevo me parece correcta la apelación a la decisión popular.
Uno de los aspectos más controvertidos de la propuesta es si todo esto es lógico que se haga habiendo violencia etarra. Mi opinión al respecto es que ETA no puede ser quien decida qué se puede y qué no se puede hacer, porque entonces estaríamos ante un auténtico estado de excepción. Siguiendo con el razonamiento de quienes piensan que con ETA en activo no se puede celebrar ninguna consulta, creo que habría que suspender todas las instituciones pues no se deberían celebrar elecciones de ningún tipo.
Ciertamente esta propuesta parece que nos aboca de nuevo a la polarización y la confrontación (y esta es la parte que menos me gusta de toda esta historia), aunque no tendría por qué ser así necesariamente. Quienes han hablado tanto y dado tantas lecciones sobre «transversalidad» podrían hacer un esfuerzo por ponerla en práctica y en lugar de decir que no a todo de entrada, intentar buscar espacios de acuerdo y de entendimiento.
Os recomiendo vivamente que leaís el texto exacto de la propueta del Lehendakari para que saquéis vuestras propias conclusiones. (Podeís hacerlo en este mismo post, a continuación)
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