
Eliminaste tu cuenta de Facebook, hace una año que no publicas en Twitter, nunca te llegó a enganchar Instagram… pero aún así acabas pasando mucho tiempo mirando y leyendo por las redes, con esa sensación de que de lo contrario te perderás algo importante, con la presión de estar «conectado».
Pero en realidad es justamente lo contrario: te infoxicas a tí mismo con tal cantidad de noticias banales, polémicas absurdas, zascas y contrazascas… que no te enteras de lo importante, de lo relevante, de lo esencial.
Conecta de verdad con las personas reales y si hay algo que es realmente importante, seguro que acabará llegando a tus ojos y a tus oídos.
Todo lo demás es ruido, distracción, tiempo malbaratado, oxigeno para un estado de las cosas que en realidad te horroriza.
Así que corre, cierra tus cuentas, desinstala tus apps del móvil y del ordenador… y levanta la mirada y lee, escucha, mira, observa, entiende…